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El Lenguaje del Universo


La Conciencia es aquel estado que permite saber por qué ocurren las cosas. Es un estado que permite elevarse a un nivel superior que sirve para entender el juego del Universo. En cuanto al lenguaje del Universo y su funcionamiento, el nivel de Conciencia es muy bajo, y por eso estamos tan desconectados de nosotros mismos, y por eso, abunda la insatisfacción y la infelicidad.


Algunos autores que han profundizado mucho sobre el tema son Wayne W. Dyer, Louise Hay, el doctor Bruce Lipton, Anthony Robbins, Eckhart Tolle o Deepak Chopra.


Algunas breves reflexiones sobre el funcionamiento del Universo y su lenguaje. Si aceptas las reglas del Universo, te irá bien; si intentas imponer las tuyas, te frustrarás:


– El Universo refleja en todo momento lo que tú irradias. Es un autorretrato de ti mismo. – El Universo es en todo momento la manifestación de la conciencia colectiva de la Humanidad.

– El Universo es en todo momento lo que nosotros hemos decidido que sea con nuestra forma de pensar, sentir y actuar. – En esta vida, todo es energía (positiva o negativa). Pensamientos, sentimientos, palabras y comportamientos son energía vibratoria.


– El éxito (en el amor, trabajo, dinero...) no es algo que consigues o persigues sino algo que atraes por la persona en que te conviertes cada día.


– La Ley de Atracción no responde a lo que quieres o no quieres, sino a aquello en lo que estás poniendo tu atención. En lo que te concentras, se expande.


– La mayoría de las personas en lugar de concentrarse en lo que quieren (gusta) se concentran en lo que no quieren (no gusta).


– La rapidez a la que se manifiesta la Ley de la Atracción tiene mucho que ver con cuánto tú lo permites, con tu grado de resistencia a que ocurra.


– Todo lo que necesitas, ya lo tienes, sólo tienes que buscar dentro de ti. Tu vida (mundo exterior) no es más que un reflejo de tu mundo interior. O dicho de otra manera: "Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia".


– Todo lo que no fluye es producto de nuestra resistencia... y a lo que resistes, persiste.


– Por el contrario, todo lo que se crea y se hace sin esfuerzo (fluyendo) es que nace del alma.


– "Cualquier cosa que creas que el mundo no te está dando es porque tú no se la estás dando al mundo; y no lo das porque piensas que eres pequeño y no tienes nada que dar; intenta lo siguiente: cualquier cosa que creas que los demás no te están dando, intenta darlo tú a los demás. La práctica es dar lo que quieres recibir. La abundancia nace de ti" (Eckhart Tolle).

– Tu calidad de vida depende en gran medida de la calidad de tus pensamientos. Como apuntaba Napoleon Hill: "Los pensamientos predominantes magnetizan nuestro cerebro, y aunque nadie sabe bien cómo, esos imanes atraen hacia nosotros, fuerzas, gente y circunstancias vitales acordes a esos pensamientos predominantes".


Tu mente influye en tu bienestar y tu bienestar influye en tu mente. Modificando la frase de W. James: "El pájaro canta porque está feliz, pero también está feliz porque canta". Ambas parcelas se retroalimentan, por eso, hay que hacer dieta física (nutrición y deporte) y también dieta emocional (cuidar pensamientos y emociones).


– La enfermedad (de cualquier tipo) es un síntoma, un indicador de que algo no va bien con tu vida, que estás desconectado de ti mismo. El cuerpo susurra, dice o grita, lo que la mente no puede comprender.


– En cierto modo, tu estado de salud es una decisión personal que autogeneras con tus pensamientos, sentimientos y comportamientos.


Un dato revelador: Un minuto entretenido en un pensamiento negativo deja debilitado seis horas el sistema inmunitario frente a virus, bacterias y tumores.


– A menudo, lo que más odias es lo que más niegas de ti mismo... algo con lo que no sintonizas y tienes que resolver.


– Tus pensamientos pueden ser una maldición o una bendición; o te encumbran o te hunden.


– Para que te ocurra lo que quieres debe haber una coherencia entre: Deseo (Quiero) + Convicción (Creo) + Autoaceptación (Me lo merezco). Hay gente que Desea, pero no Cree; o Desea y Cree, pero no lo Acepta, considera que no se lo merece.


– El Deseo (Quiero), cuanto más concreto, más específico, más claro, mejor... La claridad es fuerza. Cuanto más específicos tenemos nuestros objetivos, más sencillo alinear recursos y capacidades (propios y de terceros) para conseguirlo y que ocurra. Los planes de acción se materializan de manera más fácil. La mayoría de la gente no sabe lo que quiere (sólo lo que no quiere) o lo expresa de manera muy difusa.


– La Convicción (Creo) es la segunda derivada. Si deseas algo, pero no te lo crees, no conseguirás nada. Si lo ves como un "imposible", la energía que transmites es muy débil. Dicho en dos palabras: Querer no es poder; creer es poder.


– La Autoaceptación (Merezco) tiene que ver con el miedo al éxito. Si Deseas algo, Crees que es posible, pero te da miedo lograrlo... tampoco conseguirás nada. Hay gente que piensa: si tengo éxito, llamaré la atención, generaré envidias, irán a por mí...


– Y un cuarto factor a tener en cuenta es el Compromiso (Implicación). La vida exige compromiso, pero no un compromiso vago, sino pleno, total, verdadero con lo que quieres lograr.


– Cuando el Universo percibe que estás comprometido de verdad, entonces manda señales (personas, recursos, posibilidades...) para que puedas materializar tus deseos. Cada cosa aparecerá en su momento. La sincronicidad es una colaboración entre el Universo y nosotros.


– Con el compromiso la energía vibratoria de pensamientos, sentimientos y palabras, se intensifican y cobran fuerza.


– El compromiso es como lanzar un mensaje al Universo que dice: quiero esto, ¿me ayudas en su consecución?

– Somos creadores de la realidad. En lo que nos concentramos (positivo o negativo), acaba manifestándose: bondad llama a bondad, dinero a dinero, alegría a alegría... Lo que das, te lo das.


– La realidad no es algo que está ahí fuera, es al revés: nuestras creencias determinan nuestras percepciones que crean la realidad. Un cambio de paradigma de 180 grados.


– Somos adictos a nuestras creencias. Y la función de la mente no es descubrir la verdad, sino crear coherencia entre nuestras creencias y la realidad. Tus creencias determinan la realidad.


– Las creencias están incrustadas en el Inconsciente; y el Inconsciente no duda, no emite juicios de si algo está bien o mal, simplemente ejecuta órdenes. Es un software que responde fielmente a lo que allí se ha instalado. Lo acepta tal y como allí se grabó.


– "No existen personas sin recursos, sino estados emocionales sin recursos" (Anthony Robbins).


– La vibración que emiten los sentimientos y las emociones son el auténtico lenguaje del Universo, a lo que éste responde. Si albergas sentimientos de odio, rencor, envidia e ira, eso mismo atraerás hacia ti. Lo que alimentas, se expande.


– Las palabras son un reflejo de tus sentimientos, y el lenguaje crea la realidad.


– Puedes saber si una persona es feliz o no atendiendo a su diálogo; a su lenguaje; al tono de sus palabras. Una persona feliz no se dedica a criticar, maldecir al mundo... Las quejas y culpas son un síntoma de desconexión interior.


– Los demás te tratan como tú te ves a ti mismo. Si no te gustas, es difícil que gustes a los demás. Con tu actitud, atraes o alejas.


– Tu falta de resultados (laborales, en el amor, con el dinero...) son producto de tu falta de autoestima: no me lo merezco, no soy capaz, no estoy capacitado, etc.


– Para el Universo nada es mucho ni poco. No existen límites; y todo ocurre sin esfuerzo: la hierba no intenta crecer, crece.


– "La generosidad es un egoísmo inteligente" (Aristóteles)... O dicho de otra manera: "Si dedicas tiempo y atención a beneficiar al máximo a los demás, puedes descansar tranquilo, porque el Universo no dejará de apoyarte justo cuando lo necesitas" (R.Buckminster Fuller).


– Existe una inteligencia superior que ordena el Universo que te ayuda y apoya si tienes Fe y confías en él. Lo decía Einstein: "La única decisión importante que tenemos que tomar en nuestra vida es considerar al Universo como un lugar amistoso u hostil".


– La Vida (el Universo) es como una carretera de coches con señales de tráfico: siempre te da indicaciones sobre cómo actuar pero tú decides si las sigues o no, si las haces caso o no. Tú eres el creador de tu realidad.


– Tu grado de conexión con la Vida tiene mucho que ver con el grado de conexión que tienes contigo mismo. Presta atención a tus sentimientos más habituales: ¿Sientes a menudo alegría, bondad, generosidad, gratitud... o por el contrario, tus sentimientos son de odio, rencor, ira, enfado, resistencia...?


– Cuando estamos desconectados, ocurre todo lo contrario: todo son resistencias y obstáculos, y alimentamos más emociones negativas, y en lo que nos concentramos, lo atraemos.


– ¿Cómo saber si estamos conectados o desconectados? Prestando atención a nuestros sentimientos y emociones: cuando te sientes bien, estás conectado; cuando te sientes mal, estás desconectado. Y recuerda, no es lo de fuera lo que te causa tu malestar, sino tu interior quien crea lo exterior. No culpes a nadie.


– En el conflicto entre lo que quieres conscientemente (deseos) y lo que crees inconscientemente (creencias), siempre triunfa el inconsciente. La resolución de esos conflictos sólo es posible re-programando tus creencias.


– Existe una ley que lo explica todo: el Amor. Arthur Rubinstein, pianista polaco, decía: "Ama la vida y ella te corresponderá"; Herman Hesse apuntaba: "La felicidad es el amor"; y San Agustín: "Ama y haz lo que quieras"; Corneille sentenciaba: "No hay nada imposible para quien sabe amar".... Omnia vincit amor (El amor lo vence todo).


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