Toma las riendas de tu vida.

Quien se aferra a su rol de víctima no puede transformarse. En la terapia no es posible ayudar a quien se lamenta: “Ay, pobre de mí, cuántas cosas me han pasado”. De esa forma, permanece prisionero de su papel de víctima. Mientras que si dice: “Sí, así fue. Aprendí algo de todo eso y pude sacar fuerzas y le saco provecho”, se convierte en un sujeto activo. Entonces sí podrá dejar atrás aquello que sucedió.
- Bert Hellinguer -